martes, 9 de octubre de 2012

Hace frío y yo para entrar en calor, pienso en ti.

Es de noche.
Hace frío.
Me asomo a la ventana, tan helada como mis manos.
En el cielo no se ven estrellas, ni siquiera la luna ha salido hoy para alumbrar la ciudad.
Es entonces cuando pienso "ojalá estuvieses aquí".
Este sitio no es como yo creía, hace frío, mucho frío, y yo, para intentar entrar un poco en calor, pienso en ti.
Cuando me siento sola, triste, lo único que me da fuerzas, es pensar ti.Tú.
Me has enseñado a soñar despierta, volver a creer en ideas que creía absurdas. Sin duda volvería a cometer cada una de mis estupideces por volver a verte sonreir, por volver a escuchar "eres tonta, pero eres mi pequeña tonta".
Ahora estoy lejos, pero sé que cuando regreses estarás ahí sentado, esperándome en la estación donde un día me dijistes adiós por la ventana del tren. Estarás allí con los brazos abiertos y los labios secos de tanto tiempo que hace que no los beso.
Me conformaría con pasear contigo como solíamos hacer siempre, o incluso quedarme embobada mirándote y decirte "te quiero" al oido.
Según pase el tiempo, nos haremos insignificantes para los demás, pero enormes para nosotros mismos.
Miraremos al pasado y estaremos orgullosos de haber lluchado siempre por estar juntos.
Cuando termina la acción y miramos atrás, entendemos todo más y menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario